Los días raros.

En los principios de la pandemia mis sentimientos solo eran melancolía y tristeza.
Antes de la pandemia empecé a ir a terapia y comenzaba a creer que tenía un poco más de control sobre mi y mis decisiones, notaba cómo relacionarme con las personas era mucho más fácil y no solo eso, lo comenzaba a disfrutar, pero todo eso la pandemia me lo arrebato, me obligo a estar sola y sin motivación.
Miraba redes y veía como influencers estaban aprovechando el tiempo mientras estaban encerrados, sin embargo para mí no había motivación de realizar nada productivo y eso me frustraba.
Todo este proceso melancólico y triste lo relacione con uno de mis cuentos infantiles favoritos , el cuento se llama “Los días raros” de las escritoras Maía Fernanda Heredia y Roger Ycaza.
El cuento va así:
Hay días raros. Se disfrazan de días normales, pero no lo son.
Han despertado mis ojos, mi nariz, mis orejas… pero mi sonrisa ¡no está!
Esa señora se parece a mi mamá, pero los girasoles de su vestido aún no han florecido.
Hasta la taza de chocolate es rara. Hoy no hay espuma de bienvenida, sólo un gran ojo de lechuza.
Abro la puerta muy despacito. En estos días un dragón o un trueno se podría meter.
Cuento mis pasos: uno, dos, cinco, treinta y siete…
Pero el tiempo corre y dejo de contar. Algo me dice que necesito volar.
Hoy el parque tampoco es normal .La banca suspira cuando me ve pasar.
No me gustan los días raros.
A lo lejos, el sonido del viento nos anuncia la salida del último autobús.
“Todo estará bien”, me dice mamá.
Lo único bueno de los días raros es que se aburren …y se van.
Quizá mañana , cuando despierte, encuentre de nuevo mi sonrisa y hayan florecido los girasoles.
Fin.

Areli Alvarado.TalaEmoción: Tristeza