Érase una vez una joven estudiante de la licenciatura de Administración que a principios del año 2020 tenía una vida muy rutinaria, para entonces en las noticias se mencionaba que en china había un virus que se estaba expandiendo entre todos los habitantes rápidamente.
Su vida siguió como de costumbre, pero con el paso de los meses la noticia del virus seguía vigente pero ahora alertaban de la aparición de casos en diferentes partes del mundo, así hasta Marzo de ese año cuando el virus llego a Jalisco, comenzó con un cierre de todos los negocios y la prohibición de salir solo 1 fin de semana, al terminar ese plazo se declaró pandemia, y que se debían seguir las normas establecidas por el gobierno para cuidar a la población.
Con esto la joven, sintió miedo e incertidumbre por la pandemia, el pánico de pensar en tener a sus padres contagiados ya que ambos son personas de alto riesgo, y en general que las personas pasaran por esta dolorosa situación, pero, aliviada de poner pausa a su vida tan pesada, de iniciar su día a las 5:00 am y terminarlo a las 12:00 am, estar llena de trabajo y tareas, llegar a casa solo a dormir y en general estar ajetreada todo el día, a causa de la pandemia cerraron temporalmente el lugar donde trabajaba así que tenia mas tiempo, la escuela se volvió a distancia y podía estar en casa para hacer sus actividades.
Dejando de lado el relato, en general esta pandemia ha sido dura, pero e aprendido a tener tiempo para mí, a disfrutar cada momento, antes no tenía tiempo para pensar y solo vivía al día. Me dio depresión, y aun no estoy del todo bien, pero agradezco lo que tengo, agradezco tener a mi familia sana, un techo donde dormir y comida en la mesa. Mi novio ha ayudado con mi ansiedad y me escucha siempre, con la distancia te das cuenta quienes siempre estarán y quienes no. Personas que no necesitan siempre estar en contacto para saber que cuentan contigo y tú con ellos.
Todo pasa por algo y si tu que me estas leyendo sientes frustración no tengas miedo de dejar todo aquello que te hace mal y alejarte de todas las personas que no aportan nada bueno, sea familia, pareja, amigos, trabajo, etc.
Nada vale más que nuestra salud mental y emocional.