Honestamente ha sido bastante inesperado y creo que mis sentimientos hacia esta situación han evolucionado con el paso del tiempo, la primera vez que escuche acerca de este virus fue en videos de Youtube y algunos medios internacionales, fue presentada como una rara enfermedad que se estaba presentando en China, hicieron públicos videos en los que personas caminando por las calles se desplomaban sin más, en los videos mostraban como los hospitales estaban saturados y los médicos morían, sin embargo, al ver esas imágenes me sorprendí, pero pues como yo vivo en México, veía al coronavirus como algo muy lejano y distante, que jamás pensé que llegaría, no obstante las señales de alerta ahí estaban. Mientras más se hacía conocida, más personas comenzaban a enterarse y, por supuesto, los memes no se harían esperar, sin embargo, al ser algo que pasaba del otro lado del mundo se tomó con mucho humor.
Fue solo cuestión de tiempo y nos enteramos de que el virus había comenzado a salir de las fronteras de Wuhan, para comenzar a expandirse cada vez más y en efecto, los primeros casos comenzaron a aparecer en otras partes del mundo.
Llegó el mes de marzo y con él, el coronavirus, pero marzo también fue destacable por ser el mes de la mujer, así que estos acontecimientos se juntaron. Esto fue algo muy impactante para mí porque aparte de que estaba un poco confundida y asustada por lo del COVID, también ya se estaba planeando el regreso a clases pero ahora en línea. Para mediados de abril, ya muchos nos encontrábamos en cuarentena, mi vida desde entonces se ha resumido en un encierro entre las cuatro paredes de mi habitación, con una computadora al frente y mis clases llevadas a cabo mediante plataformas virtuales como Google Meet. Después se comenzó una etapa nostálgica ya que los días pasan y eso no parecía tener fin, es mas es la etapa de las festividades no festejadas, como ejemplo, sería la Semana Santa, cumpleaños familiares, el día del niño o el día de las madres, y ninguna de ellas festejada como acostumbrábamos.
La situación actual me ha afectado bastante, luego de que dos de mis familiares lejanos se hayan infectado y estén atravesando por esta enfermedad, lo cual me tiene bastante consternada y me ha dificultado poner todo mi esfuerzo en las actividades académicas, lo cual me hace reflexionar que es tan raro vivir tan entregados al miedo. Temo principalmente por el bienestar de mi familia y amistades, aunque sé que la mayoría de ellos están tomando las debidas precauciones, el solo hecho de pensar que las personas cercanas a mí están en un riesgo constante cada que salen a la calle hace que a veces no tenga ganas de hacer nada y me hace sentir desmotivada.
A veces me siento desesperada, no por el hecho de no poder salir, sino por no saber cuándo recuperaré mi antiguo modo de vida al que estaba tan acostumbrada, a veces no puedo creer que estemos viviendo esto… ¨La Nueva Normalidad¨, aun así estar en esta posición me ha dejado un aprendizaje y es valorar cada momento de mi antigua y rutinaria vida, al igual que en mi desarrollo personal, actualmente esta situación yo la veo como un momento de prueba y de resistencia.