Comenzó como un día cualquiera,
listo para comenzar una nueva aventura.
Pero hoy sería un poco diferente,
ya que todos estarían al pendiente.
Todo se comenzó a cerrar
y no sabíamos cuánto iba a durar.
Al principio fue relajante
a tres meses ya era frustrante.
Mis emociones se descontrolan,
y aquellos pensamientos regresan.
Antiguos monstruos se asoman
y que a mi mente transforman.
Dolores de cabeza e insomnio,
ya me comía mis propios demonios.
tristeza y desorden alimenticios,
creo que he perdido mi juicio.
Mirarme al espejo me costaba,
hacer eso me lastimaba.
Llorar por las noches me calmaba
¿dónde estaba la ayuda que necesitaba?
Solo me queda acostumbrarse
a convivir con los fantasmas.
Debería dejarlos quedarse
para evitar más dramas.
A vivir de la nueva forma,
debo acostumbrarme.
Para hacer que lo que me trastorna,
pueda algún día dejarme.