Para pasar el rato

Marzo 2009 (Walt Disney-Escuela Primaria)
Iba cursando primero de primaria con una maestra llamada Miss Huberty. Para contextualizar mejor… ¿Han visto la película de Matilda? ¿Se acuerdan de su maestra Miss Honey? Pues mi maestra era tan dulce como esa maestra, su voz siempre llevaba un tono manso y cariñoso cada que nos hablaba, hasta físicamente tenían un parecido. Tenía un corazón tan generoso y siempre nos daba la bienvenida a cada uno de sus alumnos al entrar por la puerta en la mañana. Ella era una maestra alegre y joven.
Ese año recuerdo muy bien siempre levantarme con ánimos para irme a la escuela, lo que nunca! Disfrutaba mucho sus clases. Siempre fuí una niña que le gustaba platicar cosas sin sentido, cosas que talvez en su tiempo para mi tenían mucha importancia y quería ser escuchada en el momento que se me ocurría una pregunta fuera del tema. Miss huberty nunca me negó un comentario fuera de lugar, al contrario trataba de hallar una forma de como incluir eso en el tema del día. Y conforme pasaron los años entendí como ella le tenía pasión a su trabajo, ella entendía que los niños eran ocurrentes y siempre supo manejarlo.
Un día yo llego a mi salón, a las 7:30 am, hacemos honores a la bandera, todo normal. Como rutina la maestra hacía que nos estiraramos y después sentarnos en nuestro lugar. Ese día el salón estaba más callado de lo normal… la maestra llevaba una cara muy seria, dió unos pasos y se para enfrente del salón. Con una voz muy neutral nos dice que este sería su último año dando clases en esta escuela. Bueno no nomás en esta escuela… si no en este país. Fue solicitada como voluntaria de su iglesia para que fuera a “Haiti” y ella aceptó ya que en aquel lugar hubo un terremoto muy fuerte en el 2008 que destruyó por completo casas, edificios (etc.) y con mucha gente herida y algunos fallecidos.
Yo al escuchar esto, quería llorar muy fuerte.. ahí en ese mismo instante. Tengo muy presente ese recuerdo en mi, pues era una niña con 8 años. Pero me aguanté. Todo el salón estaba muy callado, sin embargo la maestra seguía hablando y dijo: “pero niños, yo vendré a visitarlos pronto” dí un suspiro de tranquilidad al escuchar esto.
El día siguiente la maestra nos dió una propuesta en cómo ayudar a otros niños de nuestra edad, nos mostró imagenes en el proyector de como vivían. Al finalizar, nos dijo: “Ahora, ¿quién tiene juguetes con los que ya no juegan, ropa que ya no les queda o útiles escolares en buen estado?, seguro todos tenemos algo en nuestra casa con que podamos aportar, recuerden primero pedir permiso a sus papás al traer algo el siguiente día.”
Ese día recuerdo haber llegado a mi casa a peinar todas mis muñecas. Metí rompecabezas, peluches, unas muñecas y hasta unos juguetes de mi hermano para que hubiera variedad según yo.
El día siguiente llegué a mi salón con mochila llena y libros en manos. Llegué muy contenta y con una sonrisa de oreja a oreja. Miss Huberty se percató de esto y me llamó para que fuera a su escritorio. En eso abro mi mochila y dejo caer todos los juegetes en la mesa. Ella solo volteó a verme con lágrimas en sus ojos, yo en ese momento no entendía por que lloraba solo recuerdo haberle sonreído y me dió un abrazó y de ahí me fuí a sentar a mi lugar. Al acabarse el día la maestra me preguntó que si mis papás me habían dado permiso de traer estos jugetes para regalar y sin dudarlo le dije que ¡sí!, pero en realidad… mi hermano llevaba días buscando sus dinosaurios sin haber rastro de su desaparecimiento.
Terminando el año escolar, se fué. Pasaron dos años y no sabía nada de mi maestra. Claramente mis padres supieron que regalé parte de mis jugetes y durante ese lapso de tiempo mi mamá me comentó un día que fuí la única de mis compañeros que se acordó en aportar algo para los niños de Haiti, y en ese momento fué cuando recordé que mi maestra lloró al llevarle mi mochila llena y creo haber encontrado la respuesta. Mi maestra nunca espero que llevaramos algo el día siguiente, su punto era darnos la enseñanza del día, mostrando la presentación que elaboró de la pobreza en el proyector para nosotros reflexionar el tema.

Un día estando en tercero, en la hora de la salida, salí a ver si no había llegado mi mamá por mi y en eso veo una persona rodeada de muchos alumnos. Había mucho sol y mucha gente que no lograba distinguir quien era, hasta que me habló por mi nombre. “Sasha” “Ven aquí” al escuchar su voz, supe que era mi maestra Miss Huberty. Fuí corriendo y le dí un abrazo y me dijo: “Oye, tengo una sorpresa para tí” saca algo de su maletín.. una foto. En la foto estaba mi maestra con una niña sentada abrazando los jugetes que yo le había dado a regalar. No podía creerlo, solo volteaba a ver a mi maestra y a la foto una y otra vez. Me dijo: ” Quería que vieras quién en realidad iba recibir tus jugetes entonces decidí tomar esta foto.” Llegué a mi casa ese día y rápido le enseñé esta foto a mi mamá, lo voltea y atrás había palabras escritas. Palabras con mucho agradecimiento y mucho aliento, junto con el nombre de la niña, Nephtali.
Este hecho de mi vida me marcó tanto que hasta la fecha puedo volver a llevarme a ese evento y volver a sentirme afortunada de haber tenido una maestra como ella, sobre todo por llevarme una enseñanza de vida.. hacer el bien siempre te traerá más felicidad que cualquier otra cosa en este mundo.
Basada en hechos reales jajaja sigo en contacto con mi maestra y sigo teniendo la foto que me regaló de ella y Nephtali.
Gracias.

Sasha Tepatitlán de MorelosEmoción: Felicidad