Jalisco, Abril 2021
Hace 3 meses fue el turno de mi abuelita Celia, complicaciones por Covid-19. Escribo esto sin ideas en la cabeza de lo que realmente quiero expresar, lo único que tengo en la mente es el recuerdo de la gran mujer que fue mu abuelita, esa que me traía regalos de los viajes que hacía, la que cada domingo me preparaba las enchiladas más ricas y me ponía en su videocasetera la película de pinocho.
Triste no estoy pues conozco muy bien las reglas de esto, vivimos para morir, lo único que nos queda es el recuerdo de nuestros seres queridos.
Algún día seré yo, espero que eso no pase pronto.
Diego Soto
