Antes del confinamiento (noviembre 2019) me regalaron una planta para mi cuarto, era la primera plata que tenía en mi casa después de 8 años de vivir en esta ciudad.
Durante los primeros días del encierro decidí germinar algunas semillas y comenzar un pequeño jardín de ventana en la habitación que ahora se tendría que convertir en mi oficina en casa.
Quise tener un fondo vivo que cambie con el paso del tiempo porque sé que estaré aquí encerrado por un largo rato. Si no puedo salir a la naturaleza, haré que la naturaleza crezca en mi casa.
Una de las plantas que elegí se llama “no me olvides”, creo que es adecuado, pues estos tiempos seguramente serán difíciles de olvidar.